
El Lunes tuvimos la oportunidad de descubrir unas nuevas amigas GastroGenuinas, se trata de Chula, Chulapa, Cheli, Chachi, Ziva …
¿Quienes son? Son las diferentes variedades de Cervezas artesanas que Jacob Nieto ha creado en Rivas VaciaMadrid bajo la marca Cervezas Villa de Madrid.
Pudimos descubrirlas de la mano de su creador, Jacob Nieto, quien nos hizo un tour por su fábrica explicándonos con pasión el proceso de elaboración que ellos defienden. Jacob nos decía “Elaboramos de forma artesanal, producimos con corazón, elaborando la cerveza personalmente, con paciencia, cuidando y mimando cada proceso, respetando las leyes tradicionales de elaboración. No utilizamos arroz ni maíz. Sólo utilizamos agua (de Madrid), malta, lúpulo y levadura. Esto conlleva un mayor coste de producción pero así, obtenemos un producto de máxima calidad.
En Cervezas Villa de Madrid contamos con modernos equipos isobáricos para guardar el CO2 natural de la fermentación de la cerveza para carbonatarla naturalmente y así no añadir CO2 artificial. Además con ello evitamos una segunda fermentación en botella, con lo que no le añadimos azúcar, ni sucedáneos del mismo, y así no trasmitir aromas ni sabores no deseables a nuestro producto.


Para finalizar la visita, a la que nos acompañó Jose Manuel, miembro de la Sociedad Gastronómica Gastrogenuino, tuvimos la oportunidad de degustar las 6 variedades de cerveza, y descubrir algún que otro secretillo más sobre estas cervezas de Madrid.
En general os diremos que son cervezas muy fácilmente bebibles, y no lo decimos porque a nosotros nos gusten mucho, sino por que son cervezas que utilizan su propio CO2 para fermentar, lo que proporciona una burbuja mas pequeña que hace que su paso por boca sea especialmente agradable. Pero os invitamos a visitar sus instalaciones y a que sea Jacob, el padre de las criaturas, quien os ilustre sobre los diferentes procesos de fermentación, de lúpulos utilizados, las temperaturas de cocción, tiempo de maduración, etc ... No sólo sabe mucho mas que nosotros, sino que además os contagiará con su pasión por lo que hace.

Nos llamó mucho la atención la imagen de marca, y charlando entre trago y trago, descubrimos que no es fruto de la casualidad, la etiqueta está muy pensada, las primeras eran de papel, pero éstas se deterioraban al enfriar las botellas ya sea en cámaras o en champaneras, por lo que actualmente son de propileno, permitiendo humedecerlas, sumergirlas, etc, ... no perdiendo su bonita presencia.
Otro detalle son las breves notas de cata que incluyen en la parte posterior y que te ayudan a ir descubriendo e identificando matices de la cerveza al degustarla, y es que cada vez más, las cervezas empiezan a apreciarse por el gran público en general.
Historia del anagrama. Jugaban Jacob y una amiga con las iniciales del nombre de la cerveza, la V y la M, y después de varias opciones, llegaron a crear el logo actual, donde la V se representa en la parte de abajo como si fuera una copa, que además está llena de cerveza. Y la M la corona .... Lo que no sabían es que el conjunto enamoraría ... Habían formado un corazón.

Antes de la refrigeración y de la pasteurización, la solución que se encontró fue el alcohol y el lúpulo. El alcohol proporcionó un ambiente hostil para los microbios y el lúpulo previno el crecimiento de las bacterias que causan la acidez. El resultado fue una Pale Ale muy amarga, alcohólica, y espumosa que podría soportar los desafíos del recorrido y de su almacenaje en la India. La mayor graduación fue buscada a propósito, ya que la intención era diluirla al llegar a la India ... pero allí se empezó a tomar así, y así sigue hasta nuestros días."

Ziva fue el resultado de muchas pruebas, experimentos e incluso percances entre Jacob y un buen amigo, donde los 2 Amigos fueron probando y probando diferentes mezclas, subiendo la temperatura cocción, incluso se llegó a desbordar la "marmita", produciendo alguna quemadura en el pie de nuestros protagonistas.
Esperamos que acudáis a probarlas y nos contéis cuál de ellas os gusta mas.
Curiosidad . Termino
IBU. (International
Bitterness Units) que es la métrica con la cual se evalúan las cervezas de
acuerdo a su grado de amargor. El rango de la escala IBU va de 0 a 100
unidades, aunque en realidad hay cervezas en varias partes del mundo que
sobrepasan por mucho este límite, como por ejemplo la “Alpha Fornication” de
la casa Flying Monkeys que se jacta
de tener 2,500 unidades IBU en su mezcla.
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