martes, 29 de octubre de 2019

EL ENGRANAJE "Metodología de la Cocina" por BORJA LETAMENDÍA

 ¿y tu? ¿cómo has llegado a mi plato?

   ¿Alguna vez nos hemos parado a pensar de dónde vienen esos productos que llegan a nuestros platos? ¿cómo han llegado? ¿ cuántas personas intervienen en este proceso?

   Hablando de ello con nuestro Cheff de cabecera ... Borja Letamendía, él nos hizo una brillante exposición/reflexión desde su dilatada experiencia, esperamos que os guste y os haga pensar como nos hizo pensar a nosotros.


EL ENGRANAJE
“metodología de la cocina”

“En cocina, el engranaje significa éxito; es la culminación de una serie de acciones y procesos que garantizan la satisfacción del cliente”.


   Hace unos días, le propuse a mi patrón ahumar nuestro propio salmón en vez de comprarlo ya ahumado. “Dale no más, fue su contestación”. La verdad es que está siendo un éxito. Hemos conseguido dar un paso importante hacia la excelencia de este tan conocido plato. El salmón ahumado es un plato que considero debe estar en cualquier “restoran” de nivel.
      Aparte de los propios valores nutritivos de este magnífico pez de agua dulce y salada, se trata de un plato que sirve siempre. 

Fíjense:
 Los cítricos compensan su grasa amable. Las hierbas como el eneldo o cilantro le aportan frescor y humedad. El pan (baguette, blinis, de soda o integral) nivela su textura. Los vinagres en alcaparras, aceitunas, etc., lo convierten en explosivo. La mantequilla lo suaviza, la miel lo edulcora y la pimienta negra, blanca o rosa siempre molida al momento, potencian su sabor. La lista es interminable.
   El caso es que… ahí va, el caso es que me he ido “por las ramas” y el tema de hoy no va de recetario gastronómico. Les pido disculpas; deformación profesional.

Si es que el tema de hoy es el engranaje. Esa serie de acciones y procesos que hacen que, en su mesa, en su plato esté presente el salmón ahumado.

Les propongo un juego rápido con un final muy feliz.

Un mar de aguas limpias, un río sostenible en el aspecto medioambiental, un pescador que respeta la pesca adecuada, un pescado que viaja a una nave donde se cumplen todos los requisitos de almacenamiento y conservación. Un proveedor cuyo cometido es servirlo garantizando su frescura y calidad. Un empresario que paga lo justo y necesario por un producto de gran calidad. Un cocinero que lo despieza en un entorno libre de amenazas bacterianas, utilizando herramientas en perfecto estado tales como cuchillos, tablas de preparación, etc. 


   Un grupo de cocineros que elaboran la receta incorporado otros ingredientes como la sal y azúcar para marinar el salmón, los carbones y troncos de árboles para su ahumado y demás ingredientes para la culminación de la receta. Un recipiente donde emplatarlo. Un grupo de personas que lo llevan a la mesa donde por supuesto espera el consumidor final, pero también, hay unos cubiertos, una cristalería para maridarlo con cualquier bebida y muchas cosas más.

   Y al final, ese plato que nuestro querido cliente va a disfrutarlo en unos 8 o 10 minutos, es la consecución de un proceso que, desde el inicio hasta ese momento, han podido pasar (en el caso del salmón), entre 15 y 18 meses.
   Esta es la definición del engranaje. Si durante este proceso algo falla, les aseguro que el plato llegará vacío a su mesa. Eso provocará el disgusto por parte del comensal, que por supuesto, no volverá a ese “restoran” y originará tal caos que todos saldremos perdiendo.


   Un plato de salmón ahumado, como cualquier otro, involucra una media de 80/100 personas. Si uno de ellos falla en este proceso, todo lo demás no servirá más que para generar una insatisfacción del cliente.

   Amigos lectores, les pido una reflexión en este sentido. La magia culinaria no depende de las prodigiosas manos de un chef. Esto es mucho más.

un brindis para todas aquellas personas de las
que dependen de 100 gramos de salmón ahumado…




   Muchas gracias Borja por compartir con nosotros tus reflexiones y ahora os dejamos con un vídeo ilustrativo de la cría del Salmón Noruego que luego llega a nuestras mesas, disfrutad GastroGenuinos.




martes, 15 de octubre de 2019

BOLINHAS & NATAS


   El verano ha llegado a su fin … aunque las temperaturas digan lo contrario, ya es Octubre. Es hora de echar la vista atrás y recordar esos dulces momentos estivales, y ahí es donde aparecen nuestros dos protagonistas de hoy: Los BOLOS o BOLINHAS y las NATAS o PASTELITOS DE BELEM.

   Son dos dulces típicos de Portugal … los primeros los encontraremos principalmente en las playas … los segundos en todas las pastelerías … aunque los más famosos se elaboran en Belem.


Pero vamos a conocer un poquito más de cada uno de ellos.


   Las bolinhason el equivalente luso de las berlinesas alemanas, éstas surgen de la receta alemana que fue traída por los refugiados judíos que huyeron de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y comenzó a hacerse en las casas para venderlas por las calles. Hoy es ya un básico en las pastelerías portuguesas.
La de los portugueses es crujiente por fuera y ‘adonutada’ por dentro. De las favoritas gana la de crema y se venden con azúcar esparcido por su alrededor. Cuanto más visible y real sea el azúcar, mejor.

   Es algo así como un donut artesanal sin agujero bien relleno de crema, si bien es cierto, que cada vez son más variados los rellenos, suponemos que para intentar “gustar a todos”. 
   Es un dulce que parece no casar bien con las demandas playeras y, sin embargo, levanta pasiones en nuestros vecinos lusos … y es que los vendedores pasean por las playas mientras van   bramando:  ¡Boooolinhas! (bolinhas), ‘Olha as bolinhas, as bolinhas de Berlim!’ esos alaridos provienen de un señor, generalmente vestido de blanco y con una gorra, que agarra con fuerza una caja llena de dulces. 
   Llama la atención que tanto niños como adultos, más estos últimos, llamen la atención del  Bolinhero para adquirir estas boooombas calóricas.

   Las bolas de Berlim (bolinhas, en portugués) son un clásico veraniego que turistas y locales pueden degustar ya en la mayoría de las playas portuguesas y también en las pastelerías y cafeterías.
   Las bolas de Berlim se elaboran con leche, azúcar, harina, yemas de huevo, mantequilla, piel de naranja/limón y levadura.

   En Argentina y Uruguay, además de berlinesas, también son conocidas como bolas de fraile. Allí pueden encontrarse rellenas de dulce de leche o dulce de membrillo. Los paraguayos las conocen como bollos, y se dice que su presencia en la gastronomía del país se debe a los alemanes que inmigraron en el pasado. En Venezuela, por su parte, reciben el nombre de bombas.

Pastéis de nata. (Pastéis de Belém).

     Estos pasteles de nata, son uno de los postres más famosos de  Portugal. De origen conventual, como tantas otras delicias, se popularizaron a raíz de que una pastelería  de Belém comenzara a fabricarlos tras el cierre de los Jerónimos.  
     Los pastéis de Belém tuvieron un éxito espectacular, hasta el punto que casi se abandonó el nombre de pastéis de nata. Hoy, los pastéis de Belém son una marca registrada, que guarda celosamente la receta de sus pasteles.
     En el inicio del siglo XIX, en Belém, cerca del Monasterio Dos Jerónimos funcionaba una refinería de caña de azúcar asociada a una pequeña tienda de comercio variado.

     Como consecuencia de la Revolución Liberal ocurrida en 1820, todos los conventos de Portugal se cerraron en 1834, expulsando a todos los trabajadores y el Clero. En una tentativa de supervivencia, alguien del Monasterio puso a la venta, en aquella pequeña tienda de comercio, unos pasteles llamados “Pastéis de Belém”.

     En aquella época, la zona de Belém, quedaba lejos de la ciudad de Lisboa y el recorrido era asegurado por los barcos a vapor que llegaban a esa zona. Aun así, la imponencia del Monasterio Dos Jerónimos y de la Torre de Belém atraían a los visitantes, que en seguida se acostumbraban a saborear los deliciosos pasteles originarios del Monasterio.


     En 1837 se dio inicio a la fabricación de los “Pastéis de Belém” en las instalaciones anexas a la refinería según la antigua “receta secreta” originaria del Monasterio. Desde entonces, esta receta es transmitida y conocida exclusivamente por los maestros pasteleros que los fabrican de modo artesanal en el “Taller del Secreto”. Esta receta se mantiene inalterable hasta hoy en día. De hecho, es por medio de una exigente elección de ingredientes que, la única y verdadera fábrica de los “Pastéis de Belém”, proporciona hoy el sabor de la antigua pastelería portuguesa.

     Un secreto guardado en una caja fuerte durante 180 años.


     Miguel Clarinha, gerente da empresa dos famosos Pastéis de Belém, nos cuenta que el secreto de la receta, que se ha guardado durante más de 180 años, se mantiene a salvo y sólo seis personas en este momento lo saben, "la familia y los tres maestros del secreto".
La receta existe, se almacena en una bóveda y en las cabezas de los maestros y la administración. Somos seis: yo, mi padre, mi prima Penélope, el maestro Ramiro, el maestro Carlos y el maestro Vitor ”.


   Sin embargo, incluso si alguien lo descubriera, en opinión de Miguel, “lo que está escrito no es suficiente para que alguien que nunca lo haya hecho reproduzca la receta exactamente. Se necesita práctica y aprender de los viejos maestros ", incluso admitiendo que, a pesar de conocer la receta, si tuviera que hacerlos "seguramente no saldría el pastel como debería ser, ja,ja,ja”.
   Los maestros no viajan todos juntos, ya que nunca cerramos y necesitamos al menos dos de ellos para garantizar la producción. ¿será porque uno conoce el secreto de la masa y otro el del relleno? … no nos lo quiso desvelar, lo que si que nos dijo es que un maestro del secreto es más que un pastelero que está haciendo masa y crema, él es la persona que dirige la fábrica y también está muy cerca de nosotros en la gestión.

     ¿Cómo conoció El la receta?

   La famosa receta de Pastéis de Belém finalmente se le revelaría a él y a su prima Penélope, con quien aún comparte la administración de la compañía de su familia, son la cuarta generación, tras pasar uno años empapándose del espíritu tradicional de esta empresa familiar y cuenta que  “Mi padre nos dijo que teníamos que esperar, que para ser un maestro tienes que trabajar aquí durante 15 o 20 años, y aunque nosotros éramos de la familia también deberíamos esperar unos años, aunque sólo sea para respetar la tradición. Así es que vimos el proceso, tratamos de ayudar y aprender. No fue fácil ... ”, nos recuerda el Miguel, casi seis años después.

Foto de Miguel aprendiendo "el secreto del negocio Familiar"

     Próximos herederos del secreto:

   Como sucedió con nosotros, siempre ha sido política de la familia, que cuando elegimos a alguien a quien revelar el secreto, éste debe ser alguien que haya estado trabajando aquí durante muchos años ya que en base a esta experiencia, podemos evaluar el carácter de la persona y sentir que es una persona como Dios manda, que nos inspire a todos confianza, pero también debe tener la ambición y la capacidad de tomar una posición tan importante como ser un maestro del secreto, … ese es el alma de esta empresa ".

   Por esta filosofía, además de un negocio familiar, los Pastéis de Belém también son un negocio de familias. De las 180 personas que trabajan allí hoy entre todas las secciones, muchas de ellas no sólo llevan 30 o 40 años con nosotros, sino que son parejas que se han formado aquí, en el trabajo, convirtiéndose en marido y mujer, y donde sus hijos también trabajan aquí".
Con respecto a la vieja pregunta de cuál es la diferencia entre un pastel de Belém y una nata o pastel de crema, Miguel explica que "la receta del pastel de Belém es única, mientras que para el pastel de crema hay innumerables recetas e innumerables variaciones".



   Como ocurre con las Bolinhas, la variedad de rellenos y acabado de los pastelitos de nata se les ha ido de las manos, tantas variedades desvirtúan, según nuestra modesta opinión, lo “genuino” de un producto … es más, hasta helados hemos visto,  ¿qué será lo siguiente?



   De momento, os dejamos una receta de tradición familiar … no es la de que custodia Miguel y su familia, pero seguro que hará las delicias de pequeños y mayores.


Ingredientes:
1 plancha de hojaldre (250g)
250g de azúcar
125 ml de agua
30g de harina
4 yemas
250 ml de leche
Piel de limón
Una rama de canela

Elaboración:
Comenzaremos haciendo el almíbar, para ello pondremos el azúcar y el agua al fuego hasta llevar a ebullición y lo dejaremos cocer unos cuatro minutos, apartamos y reservamos para que se temple.
Disolvemos  la harina en un poco de leche (50 ml más o menos).
Se pone el resto de  la leche con la piel de limón y la canela y  lo llevamos al fuego hasta que hierva sin dejar de remover para que no se nos pegue.
Cuando rompa a hervir… añadimos  la mezcla de harina y leche y sin dejar de remover lo llevamos de nuevo al fuego hasta que comience a hervir, hasta que veamos que la mezcla espesa.
Retiramos del fuego y añadimos en hilo el almíbar. Mezclamos muy bien, lo colamos y lo dejamos templar.
Mientras templa la crema preparamos los moldes revistiéndolos con el hojaldre.

   En Portugal para hacer este tipo de tartaletas utilizan una técnica muy particular que os explicaremos cómo imitar.
Lo primero es desenrollar la lámina de hojaldre, la pincelamos con un poquito de agua para que cuando volvamos a enrollarla quede bien pegada.
Una vez pincelada con Agua, espolvoreamos la plancha de hojaldre con azúcar o canela, o con las dos cosas.
Se enrolla por el lado más corto formando un rulo. Este rulo se corta en diez trozos (+/- 2,5 cms).

   Se pone un trozo en el fondo del molde y con los pulgares se va aplastando y recubriendo el molde. Hay que procurar que el fondo y las paredes queden muy finas y el reborde superior un poco más grueso para que aguanten bien el relleno, y así, al hornearlos este borde crece más y los pasteles también quedarán más bonitos.  

    Si vemos que el hojaldre no se queda pegado al  molde podemos mojar éste con un poquito de agua para facilitar la adhesión. 
Pinchamos el fondo de la tartaleta con un tenedor.

    Cuando la crema este tibia, añadimos las 4 yemas a la mezcla de leche y almíbar (que ya estaba colada) … y mezclamos, pero tenemos cuidado de no batir en exceso para que no nos espume la mezcla.

    Mezclamos  muy bien y rellenamos con esta crema los moldes, eso sí, sin llegar a llenarlos del todo ( hasta los ¾ más o menos) para evitar que se salga en el horno cuando crezca la tartaleta.

   Precalienta el horno a la máxima potencia que te permita, este punto es importante, para que no hierva la crema y empiece a salpicar fuera de los moldes. Calor arriba y abajo.


   Bajamos el horno a 240º y metemos las placas rellenas a media altura, horneamos unos 15 minutos hasta que veamos que nuestros pastéis están dorados o más bien tostados, deben verse como un poco quemadas, esto le da un sabor caramelizado delicioso.

   Puede que te lleve algo más de 15 minutos según tu horno, si ves que no se doran lo suficiente puedes encender el grill un par de minutos, para conseguir este efecto.

   Mientras se están horneando, prepararemos un bol con agua helada para salpicarlos y parar la cocción una vez salen del horno.

   Cuando el hojaldre está hecho, los sacamos del horno y salpicamos con el agua helada para parar la cocción.

   Los dejamos entibiar y desmoldamos, dejándolos enfriar sobre una rejilla.
No hay que dejar que los pasteles de Belén se enfríen demasiado dentro del molde o no podremos desmoldarlos.

   Lo ideal es comerlos tibios con el café o té, pero si sobran, se pueden dejar sobre la rejilla tapados con papel de aluminio para que no se ablande el hojaldre, y poder dar cuenta de ellos más tarde.

   Pero si crees que van a durar más de unas horas, tápalos y al frigo, luego si quieres podrás darles un golpe de horno para recuperar el crujiente del hojaldre.
Consejos:

   Vigila bien los pasteles en el horno, ya que es una pena que se quemen. Para evitar problemas, si en la superficie se están dorando demasiado pronto, pero ves que el hojaldre todavía no ha estado horneándose al menos 15 minutos, tapa la parte superior con papel de aluminio y desactiva la resistencia superior (grill) de tu horno. Seguro que enseguida le coges el punto exacto a tu horno y los pasteles te quedan perfectos .

   Si tienes pensado ir a Lisboa no dejes de visitar la pastelería Pastéis de Belém, merecerá la pena a pesar de las colar …  pero si por ahora no tienes previsto hacer ese viaje no dejes de probar esta receta y contarnos qué te parecen.


   Una cosa os diremos, el mejor Bolo (Bollo) que hemos comido este verano, es el que hacían en la Mercearía d´Alegría … un bolo de chocolate que estaba muy rico, casero, horneado allí y sobre todo hecho con mucho amor y con alegría … un pequeño detalle al finalizar nuestra estancia, que nos llegó al CORAZÓN.

Fin de las Vacaciones y vuelta a casa con Alegría


lunes, 7 de octubre de 2019

QUESO AÑEJO de la QUESERÍA EL PALACIO

     Aquí os dejamos una nueva ficha de presentación de un producto que nos ha llamado la atención por su sabor, por su color, por su rareza, por su historia, por su precio, etc ...

     Para aquellos que hemos podido probar, os dejaremos nuestras impresiones, éstas no pretenden ser notas de cata, ni la verdad absoluta, ni nada por el estilo, sólo lo que a GastroGenuino le ha parecido, a veces esos comentarios serán fruto de reflexiones personales y otras veces de un compendio de opiniones de los miembros de la Sociedad Gastronómica GastroGenuino, que en ese momento estén probando el/los producto/s.

     Para los que no hayamos podido probar aún, no pondremos nuestra valoración, pero os invitamos a que nos comentéis que os han parecido a vosotros.

   Y si tenéis algún Secreto GASTROGENUINO del que no hemos hablado, podéis escribirnos a gastrogenuino@gmail.com y contárnoslo.


Nos encanta descubrir nuevos productos y productores. 





Ya os contaremos lo que nos parece el día que lo catemos ...
hasta entonces, disfrutad de la vida y de los maravillosos productos que nos ofrece.

lunes, 30 de septiembre de 2019

EL BUEN COCINERO por BORJA LETAMENDÍA "LETA"


EL BUEN COCINERO

     Cortar en juliana una cebolla dulce, desescamar, filetear y porcionar una dorada que dio su último coletazo entrando en la cocina, desplumar y deshuesar una codorniz. Emulsionar un huevo en aceite para conseguir la magia de la creación de una mahonesa. Convertir unos huesos de vacuno, unas cuantas hortalizas y un discreto vino tinto en un caldo, jugo, demiglace o glace. Y también, desleir un chocolate en un baño maría, conseguir una crema pastelera sin que se pase de cocción.

     Conocer la temporalidad de los alimentos, sus propiedades, las técnicas de cocción para que no pierdan los nutrientes y sobre todo que al emplatarlos se vean bien y sepan mejor. Por supuesto, los puntos de cocción; vuelta y vuelta, poco hecho, medio y muy hecho en el caso de las carnes de vacuno; los 52 grados de la mejor cocción para un pescado blanco, algunos más para el pescado azul.

     El rigor del cocinero; ese que se basa en el respeto hacia todo y hacia todos, comenzando por uno mismo…. “yo quiero ser cocinero, no quiero ser chef”.

¿QUIERES QUE COCINE PARA TI?
Mi chaqueta de cocinero limpia y planchada, al igual que mi pantalón, mi mandil y mis zapatos. Mis cuchillos, de los que tan orgulloso estoy por haber ido comprando uno a uno con el beneficio de mi propio trabajo y por ser los que mejor están afilados, limpios y dispuestos para la batalla.

Mi zona de trabajo desgrasada, ósea limpia como el alma de un recién nacido. Las cámaras en las que guardo mis preparaciones tan relucientes que casi dañan la vista. Todos mis alimentos envasados, etiquetados y separados por familias para evitar algo que me lo sé de memoria porque llevo tiempo estudiándolo: la temida “contaminación cruzada”, igual de peligrosa que la visita de un roedor o cualquier insecto. La que nunca tiene que aparecer en mi zona de trabajo para evitar que esos minúsculos e imperceptibles “bichitos” sin alma ni corazón, sin pulmones ni raciocinio que se llaman bacterias, lleguen como si fueran centuriones: “o nos matas o te hacemos morir”…”yo quiero ser cocinero, no quiero ser chef”.

     Ay el rigor!!! El mejor aliado y peor enemigo de un cocinero. El que todos los días te da una nueva oportunidad o te hunde para siempre. Por el que se rigen los principios básicos de un buen cocinero. Son tres: respeto, respeto y respeto. Al producto, a los compañeros y a los clientes. Y de propina, sumisión; a tus superiores; aunque esta última, la sumisión, es extensible a cualquier trabajo que lleve a cabo el ser humano. Y es que el trabajo “dignifica”…”yo quiero ser cocinero, no quiero ser chef”.

     El respeto al producto para manipularlo y enaltecerlo en un plato. Su conservación, su aprovechamiento, su estacionalidad. Pensando que lo emplatado es para que lo deguste la persona que más queramos en nuestra vida. El buen cocinero no emplata nada que él mismo no quiera comer.

     El respeto a tus propios compañeros, en términos tan simples como la puntualidad, amabilidad y la disponibilidad de ayudar en cualquier momento; ya se sabe: “hoy por ti y mañana por mí”.

El respeto al cliente, sin él, todo se viene abajo; el negocio de los patrones, tu salario, no poder afrontar tus gastos familiares, el paro, los problemas, los fantasmas de los alcoholes y drogas tan presentes en nuestro gremio, las peleas con el marido y la mujer; el desastre personal, social, económico, el caos total.

“yo quiero ser cocinero, no quiero ser chef”…

     Pavel Petrovsky, que será de él. Si Dios lo mantiene por este mundo, rondará sus 80 primaveras. De origen polaco, llegó al Reino Unido a la edad de 16 años, buscando un futuro mejor. Sin saber una sola palabra del idioma. 100 dólares en un bolsillo y un diccionario polaco/inglés en el otro. Era fuerte como un toro, feo como el diablo y dispuesto como un batallón de soldados.
     Tocó la puerta trasera de un famoso “restorán” en busca de trabajo. Ni él ni nadie hubiera apostado un solo peso a que esa puerta la cerró él, muchísimos años después.

     Comenzó de freganchín. Turnos de 16 horas, día tras día, semana tras semana. Rechazaba sus días libres, el contaba que era para ahorrar, la verdadera razón es que su puesto de trabajo se había convertido en su fortín, en sus dominios; era suyo y nadie se lo iba a arrebatar. Le dieron una oportunidad y el la aprovecho.

     Fregaba los platos de los clientes pero también las ollas, sartenes, espumaderas. Los suelos, paredes y superficies. Y aguantaba diariamente las mofas y chistes despectivos de los cocineros, todos ingleses; que para eso, para lo de los chistes despectivos, los ingleses son una raza con una habilidad sobresaliente. También se ocupaba de los cafés y tés.

Clive Dixon con las manos en la masa
     Solamente una persona de los 60 y tantos miembros del staff de aquel restorán le trataba con respecto. Clive Dixon, el Chef Ejecutivo. Buenos días, buenas noches, gracias por todo, Pavel. Clive le decía: - tu excelente trabajo hace que los platos donde comen nuestros clientes estén relucientes. Las ollas donde cocinamos no son cobijo de bacterias y porquerías.

Esa palmadita diaria para Pavel era una motivación especial. Se dio cuenta que el Chef confiaba en él y ahí comenzó su historia.

Rápidamente se dio cuenta que el funcionamiento de una cocina es un engranaje en el que todo debe estar dispuesto en tiempo y forma (de esto hablaremos otro día).

     El caso es que él vio que la estación de entrantes y ensaladas no funcionaba del todo bien. El responsable de esta estación se limitaba a “cubrir el expediente” lo que derivaba en constantes enfados y disgustos por parte del chef. Pavel decidió actuar. En cualquier minuto que tenía libre (sin descuidar, por supuesto, su trabajo), ayudaba a pelar patatas, limpiar lechugas, amasar la masa para el pan casero de soda que acompañaba al salmón marinado que por supuesto ayudaba a preparar y cuya receta conocía a la perfección. Un tiempo más tarde, la situación con el cocinero de esta estación era tan insostenible que el chef le puso “de patitas en la calle”. Eso fue un jueves a las 11 de la noche, día previo a la celebración del día de San Valentín. El chef reunió al resto de cocineros, les expuso la situación y les citó al día siguiente dos horas antes de la entrada habitual de los cocineros para preparar la estación “sin cocinero”. Al día siguiente, a la llegada de los cocineros encontraron la estación completamente preparada. Todas las elaboraciones dispuestas, debidamente envasadas y listas para ser emplatadas.
     El día de San Valentín fue un éxito. Al finalizar la jornada, Clive, el chef, se dirigió a Pavel y le dijo: -“he perdido a un gran freganchín pero he ganado a un mejor cocinero de entrantes y ensaladas”.
     A todo esto el nivel de inglés de Pavel había mejorado sustancialmente y no solamente entendía perfectamente el argot culinario sino que además respondía con mucha habilidad a los chistes despectivos de sus compañeros que poco a poco se tradujeron en conversaciones más dignas.

     Pero es que además de esto, comenzó a ayudar a limpiar las carnes, los pescados, coqueteaba con los cocineros pasteleros y, sobre todo, su sonrisa permanente, su puntualidad y su excelente educación le situaron en el primer lugar para sustituir a Mark Wilson, segundo de cocina, que dejó la empresa para emprender un proyecto personal.

     Clive Dixon, pasó a ser el Chef Ejecutivo del grupo, Pavel se convirtió en el chef de este restorán.

     Dos semanas más tarde, llegué yo como segundo de cocina a las órdenes de Pavel. Fueron tiempos maravillosos. Nunca he formado parte de un equipo de cocineros tan unido, engranado y amistoso en mis 28 años de profesión. Pavel llegaba a la cocina el primero; cuando llegábamos los demás, él ya tenía preparados nuestros cafés y tés, se ocupaba de todos nosotros, pelaba patatas, limpiaba carnes y pescados, ayudaba a los freganchines y nos dirigía con una habilidad y un sentido común increíble (mi abuelo Asís siempre decía que el sentido común es el menos común de los sentidos).
     Ese hombre, donde quiera que esté, me enseñó algo que nunca olvidaré:

….. y es que para ser chef, nunca hay que dejar de ser cocinero… 

Borja Letamendía Alonso


   Como habéis podido leer, esta publicación, no es una publicación al uso de GastroGenuino, como tampoco lo es Borja Letamendía ... que además de un excelente cocinero, es un gran chef, un magnífico amigo y un fantástico HERMANO.

   El, desde su dilatada experiencia en los fogones alrededor del mundo, nos irá enriqueciendo periódicamente con artículos tan sabrosos y originales como el de hoy. Espero que os haya gustado. 

¿ Y tu?     ¿ Quieres ser cocinero ?


viernes, 27 de septiembre de 2019

ANCHOAS DE SANTOÑA de CONSERVAS LA ABUELA MARÍA

     Aquí os dejamos una nueva ficha de presentación de un producto que nos ha llamado la atención por su sabor, por su color, por su rareza, por su historia, por su precio, etc ...

     Para aquellos que hemos podido probar, os dejaremos nuestras impresiones, éstas no pretenden ser notas de cata, ni la verdad absoluta, ni nada por el estilo, sólo lo que a GastroGenuino le ha parecido, a veces esos comentarios serán fruto de reflexiones personales y otras veces de un compendio de opiniones de los miembros de la Sociedad Gastronómica GastroGenuino, que en ese momento estén probando el/los producto/s.

     Para los que no hayamos podido probar aún, no pondremos nuestra valoración, pero os invitamos a que nos comentéis que os han parecido a vosotros.

   Y si tenéis algún Secreto GASTROGENUINO del que no hemos hablado, podéis escribirnos a gastrogenuino@gmail.com y contárnoslo.


Nos encanta descubrir nuevos productos y productores. 



     Si queréis conocer algo más sobre CONSERVAS ABUELA MARÍA, podéis visitar el siguiente post de nuestra visita a sus instalaciones.


GASTROGENUINO RINDE VISITA A LA ABUELA MARIA

     Si queréis ver cómo se soba una anchoa ... no dejéis de ver el siguiente vídeo:



martes, 24 de septiembre de 2019

SARDINILLAS de la REAL CONSERVERA ESPAÑOLA

     Aquí os dejamos una nueva ficha de presentación de un producto que nos ha llamado la atención por su sabor, por su color, por su rareza, por su historia, por su precio, etc ...

     Para aquellos que hemos podido probar, os dejaremos nuestras impresiones, éstas no pretenden ser notas de cata, ni la verdad absoluta, ni nada por el estilo, sólo lo que a GastroGenuino le ha parecido, a veces esos comentarios serán fruto de reflexiones personales y otras veces de un compendio de opiniones de los miembros de la Sociedad Gastronómica GastroGenuino, que en ese momento estén probando el/los producto/s.

     Para los que no hayamos podido probar aún, no pondremos nuestra valoración, pero os invitamos a que nos comentéis que os han parecido a vosotros.

   Y si tenéis algún Secreto GASTROGENUINO del que no hemos hablado, podéis escribirnos a gastrogenuino@gmail.com y contárnoslo.


Nos encanta descubrir nuevos productos y productores. 



     Si queréis conocer algo más sobre la REAL CONSERVERA ESPAÑOLA, podéis visitar el siguiente post de nuestra visita a sus instalaciones o el de la cena a base de latas de la RCE para los miembros de la Sociedad Gastronómica GastroGenuino:


 VISITA DE GastroGenuino A RCE
VISITA DE GASTROGENUINO A RCE

DEGUSTACIÓN DE LA REAL CONSERVERA ESPAÑOLA


   Por último no queríamos dejar de comentaros la excelente oportunidad que la RCE te ofrece de poder sorprender y quedar como un auténtico sibarita Gourmet regalando sus packs de lujo, ya sea para un cumpleaños, regalo de Navidad, tras un nacimiento o una boda, para un aniversario, regalo de Empresa, etc... cualquier ocasión es magnífica para "dar la lata".

Si quieres más información escribe a gastrogenuino@gmail.com y te podremos en contacto con la RCE para que ellos te aconsejen sobre tus necesidades y gustos.

CAJA REGALO PEQUEÑA

miércoles, 18 de septiembre de 2019

GASTROGENUINO POR DONOSTIA


   Siempre que tenemos ocasión... emprendemos viaje hacia el Norte de España, concretamente a San Sebastián... es una ciudad que cautiva y a nosotros, nos enamoró.

     Muchas son las cosas que ver, hacer, probar, visitar ... por ello, os voy a contar lo que a nosotros nos gusta hacer, lo que visitamos y lo que probamos, etc ... cuando nos podemos escapar 4 ó 5 días. Quizás no sea lo mejor, ni lo más atractivo o interesante … pero ya se sabe, para gustos los colores y los sabores.

   La  playa de la concha es parada obligada, y si no hace tiempo para darse un baño ... un paseo hasta el peine de los vientos siempre viene bien, la vista merece la pena, y bien para hacer “ganas” de comer, o para bajar la comida … es un buen plan.

PLAYA DE LA CONCHA
   Otro de nuestros lugares preferidos es la catedral del Buen Pastor. Comienzo de muchas cosas en nuestra vida … lugar ideal para comenzar la visita a la ciudad por su céntrica localización.

     Para los más pequeños ... el Parque de Atracciones en el Monte Igueldo (subiendo en funicular) o el Aquarium son muy buenas opciones ... para complementar la indispensable vuelta en el Carrusel situado frente al ayuntamiento y que es uno de los iconos de esta ciudad.

     El Aquarium de San Sebastián es uno de los lugares visitados de Euskadi con alrededor de 300.000 visitantes al año. Está situado en el muelle de San Sebastián, junto a la Parte Vieja, y a pocos minutos del centro de la ciudad.


     Mientras que Igeldo es un parque de atracciones antiguo … donde sus atracciones nada tienen que ver con las coloridas y vertiginosas atracciones de ahora, se conserva como hace décadas y eso le hace ser único y especial, como única y especial es la vista desde allí. No dejéis la oportunidad de montar en su pequeña montaña rusa o en dar una vueltecita por el rio … con unas vistas de infarto.



   El carrusel lo encontraréis frente al ayuntamiento, este carrusel es una réplica del carrusel de 1900 y se instaló en Donostia hacia 1998 para recordar esa época dorada en la que la ciudad ofrecía atracciones de todo tipo para los turistas.

   Este tiovivo sin duda llama la atención de los más pequeños de la casa, pero también de los más mayores; y es que merece la pena acercarse y contemplar cada detalle: Caballitos, avionetas, delfines, coches, cisnes, carrozas, tigres y jirafas… al más puro estilo Belle Époque llenan las dos alturas de este carrusel. Bajo el techo, pintado a mano, nos encontramos con representaciones de cuadros de pintores tan conocidos como Van Gogh, Gauguin, Lautrec, Vallotton, Monet, Cezanne, Picasso o Degas… y en lo alto un precioso caballito vigila la ciudad.

Si vienes a Donostia acércate a este bello carrusel y tomate unos minutos para admirarlo, ¡No te arrepentirás!


   Si en cualquier población el mercado es un referente, en San Sebastián se convierten en un espectáculo, el más tradicional el de la Bretxa (junto a lo "viejo") y donde nosotros vamos a adquirir nuestras piparras cuando están de temporada (Visita el Artículo).

   El más "visitable" el de San Martin, céntrico, cercano a la catedral y cuyos bajos alberga uno de los parkings de la ciudad. Es una delicia ver a los Baserris poner a la venta los productos que cultivan y es toda una experiencia "perder" unos minutos viendo como los pescateros limpian el pescado en los puestos de la planta baja. 


   Si tenéis tiempo, os aconsejo informaros de los días de mercado en los alrededores y acercarse a los que se celebran en Ordizia, Tolosa, etc .... siempre se descubren cosas nuevas, fue en una de esas visitas donde surgió este blog (origen de GastroGenuino)

   Hay algunos productos gourmet que siempre que podemos nos llevamos para Madrid ... conservas Olasagasti, carnes de Dastatzen ( Visita de GastroGenuino), Txacoli Katxiña, y piparras cuando están de temporada ... queso viejo ya no podemos, ¡¡¡ Se acabó!!!, pero siempre cae alguna cuña de algún idiazábal de la zona, je,je,je.
   

CONSERVAS OLASAGASTI


   Pero sin lugar a dudas ... lo más típico en San Sebastián es ir de pintxos a "lo Viejo"  ... y ahí, como no podía ser de otra manera, tenemos nuestras preferencias: 
  • Foa con chocolate blanco en el Atari Gastroleku (Calle Mayor 18). 
  • Mixto Ibérico en La Cepa (Calle 31 de Agosto). 
  • Hoguera en el Zeruco (Calle pescadería 10).
  • Foa a la plancha en el Sport (Calle Fermín Calbetón 10).
  • Callos de Bacalao en el Bordaberri (Calle Fermín Calbetón 12) ... bueno, en el Bordaberri nos gustan casi todos los de la pizarra... kebab, risotto de Idiazabal, carrilleras, oreja ... una delicia para los sentidos.

   Pero hay mucha variedad y los asiduos de Donosti tendrán sus preferencias ... sólo un consejo para "guiris" ... los mejores pintxos NUNCA  están sobre la Barra.


   Eso si ... Si hay un pintxo "famoso" y que al menos debes probar una vez en la vida, es la GILDA. ¿quieres saber cómo se prepara? ¿quieres saber su origen?

   Os dejo un video de Borja Letamendía, cocinero Donostiarra y amigo, donde nos enseña a preparar esas famosas Gildas.



   Una aceituna, una guindilla de Ibarra y una conserva de pescado (generalmente anchoa), unidas por un palillo. Este pincho de encurtidos es un clásico que aún disfruta de buena salud, se degusta acompañando a vinos y aperitivos agridulces como el vermut, porque marida a la perfección con el sabor ácido de esta tapa.


   Cuenta la historia que el origen de esta banderilla en vinagre está en los años 40, en el antiguo bar donostiarra Casa Vallés. Se tenía por costumbre acompañar las consumiciones de los clientes con aceitunas, otro tipo de encurtidos e incluso con anchoas. Un cliente conocido en el barrio por Txepetxa, comenzó a ensartar en un palillo la aceituna, con una guindilla en vinagre y una anchoa mientras bebía su vino.
La clientela del bar comenzó a imitar a Txepetxa y al final se puso nombre a la creación por una película que proyectaban los cines: Gilda. La banderilla recibió el nombre de Gilda porque era verde, salada y un poco picante, se comenta que el personaje de Rita Hayworth tenía escandalizada a la sociedad de la época por estar muy lejos de la idea de mujer que se tenía entonces en España.


   El truco de una buena Gilda es que la piparra/guindilla no sea muy grande y tenga un puntito de vinagre, la anchoa sea fina y sin barbas, y la aceituna sea del tipo “Manzanilla” sin hueso. Se debe tomar de un bocado para disfrutar de todos los aromas y sabores a la vez.

   Las Banderillas, gildas, pajaritos (así las llaman en Navarra), nunca fallan. 

   Y como casi todo en esta ciudad, también tiene su certamen GILDA EGUNA
El evento gastronómico en el que participan más establecimientos hosteleros de Gipuzkoa.  ¡Más de 130 bares!
GILDAS


   Eso si, si queréis comer en mesa y mantel ... nuestras recomendaciones son:
  • Txocolo (carne). Calle Manterola 4, San Sebastián.
  • Portuexe (pescados y chipirones pelayo). Igara Bidea 71, San Sebastián.
  • Casa Julián (Txuleta acompañada de sus famosos pimientos). Calle Santa Clara 6, Tolosa.
  • Elkano (Rodaballo Salvaje). Calle Herrerieta 2, Guetaria.




   Aunque otra de las cosas más típicas... es ir de sidrerías...y el mejor lugar para hacerlo es Astigarraga ... repleto de ellas, la más famosa : Petritegui  .... y servirse del Txotx toda una experiencia.
   A día de hoy se le llama Txotx a la acción de abrir el grifo de la kupela o tonel para servir la sidra en los vasos.

   Txotx “txotx” significa “palillo” en euskera,  es el palillo de madera (zipotza o zotza) para cerrar el agujero de la Kupela (“barrica” en euskera), ya no utilizan estos palillos, sino que  usan cierres más profesionales, industriales, seguros e incluso higiénicos.
   Debes seguir las instrucciones del sidrero y los usos y costumbres propios de la sidrería. Cada uno tiene su sitio y debes acudir siempre a los toneles que el sidrero vaya a abrir u otorgue permiso para catar.

   La sidra se cata y se aprecia en la zona de los toneles, en la bodega. Allí tienes que acudir con un vaso vacío. Sigue al sidrero al grito de txotx y colócate en la fila que se va creando en frente del tonel. Prueba la sidra, comparte tus sensaciones con tus compañeros de experiencia y vuelve a la mesa con el vaso vacío
Hace más de 100 años ya se utilizaba la palabra txotx para referirse al hecho de servir la sidra directamente de la cuba, y ahora se utiliza para dar a saber a todos los asistentes de la sidrería que se va a iniciar “una ronda” de sidra servida directamente desde la barrica.



   La temporada del txotx, o temporada de la sidra vasca, se inició este año 2019 en Euskadi el 16 enero  y se prolongó hasta el mes de abril. Aunque hay sidrerías como Petritegui que la tiene todo el año, o como algunas otras de Astigarraga que abren en los meses de verano para dar “servicio” a los turistas.
BACALAO FRITO
En Astigarraga  se concentran la mayoría de las 51 sidrerías vascas que hay en Guipúzcoa, frente a 10 en Vizcaya y 2 en Alava.

   El menú típico de Sidrería consta de tortilla de bacalao, bacalao frito, chuleta y queso con nueces regado de la sidra de la casa, en botella o desde la kupela. ¡¡¡ Anímate a probarlo !!!




   San Sebastián es una ciudad para patearla... para vivirla ... y si tienes suerte, te toparás con alguna de las múltiples fiestas que se celebran allí  ... Semana Grande, Tamborrada, Festival de cine, festival de Jazz, Sagardi eguna, etc ... cualquier ocasión es buena para salir a la calle y disfrutar en "cuadrilla".

Esperando a la Cuadrilla
Espero que os haya gustado nuestra visión de la ciudad. 
AGUR