El Viernes pasado fue uno de esos días que se tienen marcados en el calendario, no por ser una fecha señalada o por ser Fiesta Nacional, ni nada por el estilo, sino porque íbamos a conocer a dos bodegueros, Josep Mª y Rubén Sabater, que estaban experimentando con nuevas creaciones en busca de la excelencia y de un producto diferente.
Necesitábamos un sitio donde acogerles en Madrid, un sitio donde nos sintiéramos a gusto, y donde poder charlar con tranquilidad sobre su proyecto y el nuestro, cambiar impresiones y buscar vías de colaboración. Y por supuesto, donde poder catar esos vinos que ya tienen en el mercado y que con tanto cariño van promocionando allí donde se les requiere.
Dicho y hecho, hablamos con Edu dueño de la Taberna San Fermín, situada en pleno centro de Madrid, cerca de la Basílica San Miguel y del mercado del mismo nombre, y él nos acogió como siempre hace...mesa reservada, copas a disposición, tapita para acompañar ... ¿Qué más se puede pedir?

L’interrogant: (43%garnatxa,45%cariñena,12%cabernet) 8.500 botellas. Composición variable según añada.
L’exclamació: recién salida al mercado, tan solo 820 botellas de un syrah 100%, fermentado con un 30% de rapa. (en el Priorat nadie mas ofrece un monovarietal de syrah).

Os invitamos a probarlos y a descubrirlos... ya nos contaréis que os parecen.
Actualmente están en la última fase de su proyecto experimental con la garnatxa del Po, por ahora se sabe que solo hay un 0,001% mundial, ellos tienen 250 plantas de esta variedad única con la que elaboran tan solo 122 botellas, las cuales hacen su crianza en botella enterradas bajo tierra en la misma finca.
¿madurar el vino bajo tierra?, ¿queréis saber más? Rubén os lo explicará con todo detalle, y si es a pie de viñedo, mejor que mejor, ¿no?

Por otra parte, estudios demuestran que a partir de 1,80 metros bajo tierra, la temperatura,humedad y presión son constantes, aunque nieve en invierno o llegue a los 40°C en verano. Además no le entran los rayos de luz ni las vibraciones que podrían tener en una cava subterrania normal.
Así que hicimos un agujero en la finca y las enterramos durante un año y medio dejando 3 muestras en la bodega haciendo la crianza convencional.



Visualmente, en el corcho de la crianza en bodega había penetrado mas el vino por los poros, debido a las diferencias de presion entre el interior y exterior de la botella, en cambio, el corcho de las botellas que estaban bajo tierra estaba intacto.
El color del vino estaba mas limpio y brillante el la crianza bajo tierra.
Sin embargo, este ofrecía aromas reductivos que se iban cuando aireabas la copa.
Tambien notamos claramente que el vino enterrado bajo tierra estaba mas estructurado y ofrecía un tanino salvaje mas controlado mientras que la muestra de crianza en bodega era mas desordenado, necesitando por tanto mas tiempo en botella para pulirse.
Otra curiosidad de este vino va a ser su embalaje, individual y hecho artesanalmente cada uno de ellos, nada visto hasta ahora."
¿tendremos el privilegio de poder probarlo?
Recordar que sólo pueden elaborar 122 botellas.




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