Pero sigamos con lo que nos ocupa, como decía, fuimos a parar a la lonja de
pescado, es una de las pocas lonjas abiertas al público, donde los particulares
podemos” pujar” por las capturas del día. El funcionamiento es muy sencillo, al
atardecer, cuando los barcos llegan después de un día de faena, descargan sus
bodegas, clasifican sus capturas en pequeñas bandejas y éstas salen a subasta.
El subastero va bajando el precio de las mismas, hasta que alguien para la
subasta para adquirirlas o bien hasta que el armador retira la bandeja por
considerar que el precio ha bajado demasiado. En un espectáculo digno de vivir,
y si te gusta el producto fresco ... es una locura. El que no come pescado
fresco es porque no quiere. Eso si, alguna desventaja tiene … el pescado te lo
llevas tal cual, por lo que habrás de limpiarlo, desescamarlo, etc … antes de
cocinarlo, pero ¿quién dijo miedo?.
La subasta no dura mucho, normalmente entre una y dos horas, dependiendo de lo barcos,
de sus capturas y de la voracidad de los asistentes por llevarse sus “capturas”.
Y aunque la pesca es del litoral, no siempre entra el mismo pescado, amen de las
diferencias según la estación, vedas o limitaciones, por lo que cada día es una
sorpresa. Es una forma ideal de pasar la tarde con los niños, ellos
aprenderán y ambos disfrutaréis.
Pues bien, uno de esos días descubrimos un crustáceo que no habíamos visto
antes, preguntamos a los lugareños, y ellos nos dijeron que se llamaban
GALERAS, ¿y para que se usa? Les preguntamos, y ellos nos dijeron que se podía
cocinar y comer como las cigalas, pero que debido a su coraza, a sus pinchos y
a su poca y delicada carne, no estaba muy extendido comerla, y que se usaba
tradicionalmente para dar sabor a los fumés de los magníficos caldos marineros y
arroces que en la zona se preparan.
Cuando quisimos pujar por ellas … se habían esfumado, alguno que sabía de
su potencial, se nos adelantó. Estuvimos esperando por si otro barco había capturado
galeras, pero no hubo suerte …, por lo que nos propusimos volver al día
siguiente por si entraban mas. 3 días tuvimos que esperar hasta poder hacernos
con unas galeras y poder probar así, si toda la fama y lo que se dice de ellas
en la zona de Levante y Cataluña es merecida. Desde entonces, la busco en cada
pescadería, por si se han colado entre los pescados de roca.
¿será que nos gustó?
Su temporada empieza en los meses de Octubre y Noviembre, adquiriendo su
mayor apogeo entre los meses de Febrero y Marzo que es la época en la que
tienen más carne y las hembras están llenas de huevas, ya que el período del
desove tiene lugar entre Mayo y Junio.
La Galera (Squilla mantis) es un crustáceo malacostráceo de la
familia Stomatopoda que se da en la zona del Mediterráneo, en la costa
valenciana reciben también el nombre de “carabela valenciana”. En su hábitat
son considerados activos depredadores, de hecho, su nombre se debe a la
similitud con la mantis religiosa, captura a sus presas utilizando sus largos brazos, arponeando a los pequeños peces o dejándoles KO con las gruesas puntas.
Las galeras
resultan exquisitas a la brasa o a la plancha
con un buen aceite de oliva y un poco de flor de sal. Lo ideal es abrirlas con
las tijeras para extraer su fina y gustosa carne. También es habitual cocerlas
en agua salada, y sin duda es una delicia en la paella u otros guisos
marineros.
Fuente: www.lasrecetasfacilesdemaria.com
Las Galeras también tienen sus momentos de gloria, suelen ser en el
mes de Febrero donde diferentes poblaciones del litoral organizan sus jornadas
Gastronómicas, y donde la Galera es la Reina de la Fiesta, siendo las mas célebres, las
Jornadas Gastronómicas de Cambrils, Vinaròs o Peñíscola.
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